En la niebla de una extraña edad,
en el sueño de un duro caminar,
en el frio de una aurora sin dueño
hay una figura al final del sendero
En las fantasías de una dulce niña,
en el vuelo de las gaviotas hacia arriba,
en mi cabeza cansada de elevarse
existe una posibilidad al fin de tocarte.
Tú en el camino,
tú, esperando los días extraños,
tú estás si te respiro,
siempre en mi vía hallaré tu mano
En mi felicidad calmada
en tu boca sonriendo cada mañana,
dentro de mis ojos sin brillo,
siempre hay una frase en un suspiro.
Debajo de mi piel, ardiendo con fuerza,
en mis manos, en mi sangre, en mi cabeza,
en todo lo que eres, todo lo que adoro,
hay un recuerdo que me sigue si estoy solo
Tú en el camino,
esperando si llego tarde y cansado,
tú esperas verme vivo
tú allí y contigo todo lo que amo
(J.M. Lema)
Me dejaste caer a un pasaje de vientos desolados
y en tardes marchitas la vida desnuda baila a mi lado
el cielo naranjo desata el recuerdo
que me llama, me sigue camino a mi lecho.
La cama esta enferma, resposa de angustias
el sueño no duerme, no rie, se asusta
son penas de un corazón enfermo
que anhela abrazar a su hijo muerto
Soledad, triste soledad, vete con el viento
o llevame contigo, en tu vientre quiero ir lejos
Allá a los cauces de los ríos
a las eternas primaveras de mis inviernos fríos.
(J. Gómez)
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